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jueves, 21 de junio de 2012

La destrucción de los humedales





Sobre la situación de los humedales, una asociación de ecólogos ha manifestado: “La destrucción de los ecosistemas humedales generara emisiones de gas invernadero en  cantidades alarmantes en los años venideros, lo advierten los expertos reunidos en la Conferencia Internacional de los Humedales, en Brasil”.          “Mientras éstos solo abarcan el 6% de la  superficie mundial, los humedales, pantanos, turberas, marismas, deltas de ríos, manglares, tundras, albuferas y llanuras aluviales, se ha calculado que retienen 771 gigantons de gases de invernadero, o del 10-20% del carbono del globo terrestre. Más allá del almacenamiento del carbono, los humedales proporcionan una serie de funciones muy necesarias al medio ambiente, incluyendo filtración y almacenamiento de agua, control de la erosión, aminora las inundaciones, recicla los nutrientes, mantiene la biodiversidad y es lugar de desove para los peces. Pero el drenado y destrucción de este ecosistema, ha causado las grandes emisiones de carbono (40 toneladas de carbono por hectárea al año por el drenado de las marismas de los bosques tropicales)  así como la degradación de otras funciones que también proporcionaban”.
         “Un estudio reciente del valor económico,  en prevención de inundaciones y de otras funciones ecológicas que suministran los humedales, es el más cuantioso de todos  los ecosistemas, siete veces más en valor, que el siguiente más costoso, los bosques húmedos tropicales”.
         "También en el pasado muy seguido la gente consideraba inconscientemente que los humedales eran problemas que necesitaban solución" dijo el Sub-Secretario General Konrad Osterwalder, uno de los organizadores de la conferencia”.
         "Todavía los humedales son esenciales para la salud del planeta, y en retrospectiva, los problemas en realidad aparecen con el drenado de los humedales y otras 'soluciones' que nosotros los humanos inventamos”.
         “El 60%  de los humedales globales han sido destruidos en los pasados 100 años. 90%  de los humedales europeos han desaparecido, mientras que el 90% de las marismas de agua dulce de Malasia han sido drenados para el cultivo de arroz”.
         “La conferencia, a la cual se esperaban expertos de 28 naciones, observarían las formas de lenta destrucción de los humedales así como las estrategias de rehabilitación.
Esto sería solo a nivel investigación del papel que desempeña el humedal en el mantenimiento del medio ambiente”.
         Sabemos muy bien que todo esto de no destruir los humedales será rechazado por los necios de esta época de sabihondos, empero conviene saber que los necios de todos los tiempos se han reído de las ideas revolucionarias. Por ejemplo, los necios se rieron  del “Nautilos” de Julio Verne y hoy existen maravillosos submarinos. No sería raro pues, que los necios se rieran de la propuesta de no seguir destruyendo los humedales para extender las ciudades “dizque” para consolidar el progreso moderno. Sin duda alguna, las generaciones futuras nos harán Justicia.
         En la Naturaleza humana normalmente hay más del necio que del sabio, quien no reconoce al necio con solo hallarlo en su camino, es un necio también; pocas cosas Subastan en la vida para hacer feliz a un hombre normal, pero nada puede satisfacer a un necio, por eso es tan infeliz la especie humana. Algunos necios hasta tienen “ingenio”, pero jamás tienen sabiduría, no hay necios tan perjudiciales como aquellos que tienen algún ingenio, un necio instruido es más peligroso  que un ignorante; todo necio encuentra en su camino a otro mucho más necio que lo admira y le sigue.
         No podemos aguardar que la propuesta para poner punto final a la destrucción de humedales, sea acogida con entusiasmo por las gentes de esta época, debido a que siempre hay una mayoría de necios. Los racionalistas de esta época asombran por su necedad, los necios más famosos, más peligrosos y más insoportables son los que razonan. Es difícil que los necios comprendan la necesidad de detener la destrucción de los humedales, el necio sólo acepta necedades, el necio solo dice necedades, el necio solo cree en necedades.
         Los destructores del planeta Tierra son verdaderos asesinos del bienestar de la pobre humanidad doliente, sin embargo, viven muy tranquilamente sin que la justicia de los “hombres” los alcance. No es justo que los gobernantes de la Tierra continúen
tolerando a estos inicuos. Los gobernantes deben corregir todos estos errores y acabar con estas lacras sociales sino quieren también ser  víctimas. ¡Señor gobernante! Recuerde que los cargos oficiales son temporales y  los gobernantes de hoy serán  mañana ciudadanos comunes y corrientes que tendrán que experimentar en carne viva aquellos errores que habiendo podido corregir a tiempo, no fueron capaces de corregir.
         ¿Con qué autoridad pueden hablar progreso aquellos que destruyen los humedales para convertirlos en conjuntos residenciales, ciudadelas, etc., como lo podemos apreciar en la ciudad de Bogotá, D. C.? ¿Con qué autoridad pueden hablar de desarrollo de la ciudad, aquellos que destruyen la naturaleza para beneficiar sus intereses económicos? 
¿Con qué autoridad pueden hablar de modernidad aquellos que han eliminado los humedales perjudicando el bien común?
         La sociedad debe luchar para no permitir que el capitalismo inhumano prosiga destruyéndole sus fuentes de vida natural. La sociedad debe comprender que no permitir la aniquilación de los humedales no es estar en contra del adelanto  social, sino todo lo contrario. La sociedad ha cumplido realmente con su verdadera función, si no sigue consintiendo  esa situación anómala.
         La sociedad debe mirar su progreso como una cuestión científica; el progreso humano no puede estar divorciado de la ciencia; y esos bárbaros que realizan construcciones en estos lugares van en contra de la ciencia; y quien se lance en ristre contra la ciencia es un loco, que mejor le queda amarrase una rueda de molino al cuello y tirarse al fondo del océano.
         Los bribones capitalistas no se tientan el corazón para llevar a cabo estos crimines contra nuestra afligida naturaleza.
         Nosotros no estamos contra el progreso de la humanidad, ni contra el desarrollo de las ciudades, ni contra la construcción de vivienda para la clase necesitada, únicamente nos pronunciamos contra el abuso de esas constructoras que están haciendo más mal que bien. Verbigracia, un estudioso de la Ecología manifestó que en muchos lugares de Bogotá, D. C., que se han inundado tienen como causa la destrucción de muchos  humedales.           Ha llegado la hora de abandonar la inconsciencia, la pereza mental, la inercia, la indiferencia para dedicarnos a investigar y evidenciar; y así tener fuerzas para defender el patrimonio más preciado, como es nuestra madre natura…

                www.acegao.org

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